miércoles, 16 de julio de 2008

Otto de la Rocha: autodidacta, jodedor, cantautor y actor radial

Leyenda viva de la farándula nicaragüense

El autor de “Aniceto Prieto” cuando hacía un descanso en el estudio de grabación del programa radial “La Palomita mensajera”.

Autodidacta, maestro en la actuación radial, especialista en intercalar frases de doble sentido, alegre, jodedor, creador de personajes campesinos y compositor musical.

Su personalidad es el reflejo de la caracterización de su signo zodiacal, Virgo, el que según los especialistas es mutable, reacciona con rapidez a los cambios que se producen en su entorno y por lo tanto no tiene dificultades de adaptarse a las circunstancias nuevas.

Otto de la Rocha cumple 74 años en agosto próximo. Nació en Jinotega en 1933, hijo de Benjamín de la Rocha y Graciela López, heredó la música de parte de su abuelo Juan Fajardo, quien fue pariente del padre de los hermanos Mejía Godoy.

Sus primeros “pinitos”
Se vino a Managua cuando tenía trece años de edad buscando una radio donde cantar, aunque en esa época era muy difícil entrar a la naciente radiodifusión que había en el país.

Para esa época estaba incursionando Radio Mundial, pero ya estaban en su apogeo la Voz de la Victoria y la Voz de la América Central.

“Empecé a darme a conocer en la Voz de la Victoria en un programa de aficionados en 1948. Ese programa lo tenía Alberto Solís, dueño de esa estación radial, y lo manejaba el bachiller Oscar Pérez Valdivia”, recuerda Otto.

Hasta que empezó a escuchar la música de Camilo Zapata, Erwin Krügger, Jorge Isaac Carballo, el trío Monimbó, Víctor M. Leiva, “entonces me di cuenta de la música nacional, y al escucharla quedé enamorado y desde entonces empecé a practicarla y a aprendérmela, y a hacer mis canciones en base a ella”, dijo.
Un autodidacta
Nunca estudió música. Es “músico de puro oído”, aunque en familia el único cantante que hubo fue su abuelo materno, Juan Fajardo, un gran clarinetista y compositor.

Otto después de pasar por la Voz de la Victoria conoció amigos con los que hizo un trío que se llamó Chontal, y lo integraban, además de él, Jorge Isaac Carballo y Erwin Krügger.

Fabio Gadea Mantilla tenía un programa en vivo y “me invitó con el trío, y empezamos cantar, y al terminar la presentación Fabio me dijo: ‘No te vayás, quiero hablar con vos’”, rememoró.


Cómo llegó a interpretar a Pancho Madrigal

Lo primero que Fabio le preguntó fue: “‘¿Podés leer este libreto (era de Pancho Madrigal)?, leemelo como campesino’. Y entonces lo empecé a leer, y al rato me dice: ‘Perfecto, vos vas a hacer el programa’. En esa época Rodolfo Arana Sándigo, el ‘Tío Popo’, era quien interpretaba el papel de Pancho Madrigal, y como se enfermó debido a un derrame, entonces Fabio buscó cómo sustituirlo, y encontró en mí las cualidades y calidades del personaje del programa”.

Fabio tenía el programa de Pancho Madrigal en Radio Mundial. Entrar a Radio Mundial en esa etapa “era muy difícil porque ahí estaban los monstruos de la radiodifusión nacional”.

Fabio después lo trasladó a la Corporación, donde Otto trabajó durante veinte años consecutivos.

Sobre “Aniceto Prieto”, Otto dijo que lo empezó a hacer como un indito jodedor dentro del programa de Pancho Madrigal.

“Igual, lo que me inspiró con el Indio Filomeno, con la Chepona, Filito, el turco Mustafá, Policarpio Matute y todos los personajes que fui sacando”, dijo.

Al ser consultado si con los programas que grabó en Pancho Madrigal hubo malestares con la dictadura somocista, Otto dijo: “Lo que pasa es que Fabio no acusaba directamente a los Somoza, porque en esa época no podías decir nada, pero sí lo camuflaba con otros personajes segovianos”.
La primera del coronel Alberto Luna Solórzano
Por el programa El Indio Filomeno Otto fue enjuiciado en tres ocasiones por el entonces jefe de radio y televisión de la Guardia Nacional, el coronel Alberto Luna Solórzano.

Otto dice que en su programa no expresaba nombres de personajes de la época política y represiva que vivía Nicaragua, “pero yo decía Sodoma y Gomorra, entiéndase Somoza, entonces el coronel Luna Solórzano me llamaba antes de enjuiciarme y me decía: ‘No creas que somos estúpidos, porque nosotros sabemos bien a quiénes te referís, y sabemos que ponés a la Guardia’”.

Recuerda que en la Corporación tuvo con Carlos Mejía Godoy el programa “Corporito”, y “ahí sí (Luna Solórzano) me multó, y como Carlos era el dueño del programa, a él le cayó la primera multa en 1965”.

La multa fue 10 mil córdobas (1,428 dólares cuando el cambio estaba al siete por uno).
Pueblo respondió
Con esa multa se hizo un alboroto y el público se dio cuenta, la población correspondió y hasta sobró dinero, lo que se puede traducir como una primera victoria que tuvo la libertad de expresión en tiempos del somocismo.

Recuerda Otto que en esa época Radio Corporación tenía un gran rating, y “recuerdo que Radio Mundial fue bajando”.

“A nosotros nos decían la emisora de los inditos, pero estábamos en primer lugar, ya que teníamos programas como El Indio Filomeno, Pancho Madrigal, Corporito, La Guantanamera, y Sucedió ayer, que era un programa que hacía Carlos Mejía y consistía en difundir las noticias dramatizadas.

Además estaban los programas Juan Chocoyo y Mincho Colorado, que era un programa de coplas cantadas entre Julio Armas y Otto. Este programa lo escribía Fabio Gadea Mantilla, había radionovelas, en fin, era una radio completa; “ahora sólo ponen música, y eso no es hacer radio”, dijo De la Rocha.
No cobra derechos
Todavía la Corporación difunde programas que hace muchos años grabó don Otto, quien no cobra ni un centavo a la radioemisora por derechos de autor, ya que “Fabio es mi amigo y no voy a estar peleando babosadas”.

“Incluso la canción que le hice a Pancho Madrigal cuando empecé a trabajar en ese programa, ellos (la radioemisora) la ocupan para identificar el programa”, dijo don Otto, quien confirmó que después del 79 se retira de Fabio por asuntos de orden ideológico.

“Yo estaba con el Frente y ellos no (los de la Corporación). Fabio quiso que volviera a la radio, pero yo no quise porque la ideología de ellos es completamente diferente a la mía, y no íbamos a estar tranquilos ni ellos ni yo”, explicó.
Con el alboroto de la revolución
Cuando triunfa la Revolución Sandinista el 19 de julio de 1979 en La Sandino empezaron a llamar al elemento radial, ya que todo estaba en el suelo. En La Sandino puse mi programita que se llamó “El tronco de los mensajeros”, además hacía un programa de orientación campesina para la agricultura.

De La Sandino pasó a la Voz de Nicaragua en 1982, donde “empecé a hacer La Palomita mensajera, que nunca ha dejado de estar fuera del aire, y ‘Lencho Catarrán’. Empecé en marzo del 82 con La Palomita, y luego en mayo arranqué con los cuentos de Lencho Catarrán”, recuerda.

A raíz de la derrota del FSLN en el 90, cuando triunfa Violeta Chamorro, “nosotros nos trasladamos a la Radio Ya”.

“Para poder grabar los programas de ‘Lencho Catarrán’ teníamos que esperar que la radio cerrara su transmisión a las doce de la noche, y a esa hora empezábamos a grabar porque no había condiciones ni estudio de grabación”, externó.

Respecto del programa “La palomita mensajera”, en que Otto hace uso de la jodedera, así como de vocablos con doble sentido, dijo que no podía precisar cuántos programas ha sacado al aire.

Recordó que de 1982 a 2000 “serían dieciocho años, con dos programas diario”.
La atracción de La Palomita
¿Qué es lo que atrae a los oyentes del programa La Palomita mensajera?
“La miel del programa es la jodedera, porque vos sabés que los nicas somos jodedores, uno está en su trabajo y siempre está buscando cómo darle el doble sentido a las cosas con el compañero de trabajo, con el modo de hablar, los dichos, y esto lo empleo en el programa”.

“Empleo el doble sentido que algunas veces dicen que es vulgar, porque algunas veces se nos pasa la mano, pero no es más que otra cosa que el doble sentido, los mensajes que enviamos de los campesinos de aquí al campo y del campo a Managua”, respondió.

Además emplea diversos modos de hablar, regaños, y por eso “ahí creamos el Club de los sinvergüenzas, en fin, hay un montón de cosas que se dan para que el programa sea ameno, porque si quisiera hacer un programa serio con La Palomita, la gente no lo escucharía”, enfatizó.
Sus canciones
Otto ha producido poco menos de 100 canciones, aunque no todas las ha grabado. En su repertorio solamente están unos 30 temas, por lo que se ha propuesto grabar este año una serie de canciones de su autoría, “por lo que vamos a ver si Dios me presta vida”.

Dentro de los temas que ha hecho don Otto está “Una canción”, que acaban de grabar con un arreglo muy bonito los de La Nueva Compañía; “La pelo e maiz”, “Managua, linda Managua”, “A mi mama”, “primera dama”; “Plutarco Malpaisillo”, “Soledad”, “El peón”, “Pancho Madrigal”, “Lencho Catarrán”, “Amor florecido”, entre otras.

Algunos de sus temas musicales han trascendido a nivel internacional. La canción que acaba de grabar La Nueva Compañía la grabó Elsa Baesa, y ganó con esa canción un disco de oro en España.

Como Otto no reclamó a tiempo sus derechos de autor, “cuando llegué a España a reclamar, me dijeron que eso ya caducó, por lo que me jodieron.
Radionovela al Perú
A la edad que tiene, casi 74 años, dice que es difícil hablar de proyectos futuros, “sin embargo en junio viajará al Perú para grabar una radionovela sobre Jesús”.

Esta radionovela es de José Ignacio López Vigil. En esta radionovela Otto hará el papel de Jesús, y se refiere a que Jesús viene de nuevo.
Otto y su familia
A Otto le han tenido diez hijos en tres matrimonios. Cinco viven en Nicaragua y los otros cinco en el exterior. Los menores viven junto a su esposa, Georgina Valdivia Dávila, quien hace el papel de la “Lupita” en Lencho Catarrán.

La “Lupita” es también la que aparece junto a Otto en los anuncios televisivos.

Otto fue galardonado por la Alcaldía de Managua con la orden cultural “Salvador Cardenal”, y recibió también la orden cultural “Rubén Darío”, mientras, las universidades le dedicaron el noveno Festival Interuniversitario.

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